Si buscamos el significado de la palabra bienestar encontraremos que es el estado en el que se encuentra una persona cuyas condiciones físicas y mentales le proporcionan sentimiento de satisfacción y felicidad.
Lo que quiere decir que definitivamente el bienestar físico y emocional no pueden estar separados, cuando empezamos a trabajar de manera consciente uno de ellos, por lo general siempre trabajamos el bienestar físico, el bienestar emocional automáticamente va creciendo en igual proporción.
Lo que nos genera un mayor grado de felicidad en nuestro día a día
Por otro lado, las emociones son sentimientos de tristeza o felicidad que nos genera un acto, producto, idea, recuerdo, entre otros, por este motivo siempre es bueno encontrar un balance entre nuestro cuerpo y nuestra mente.
POR QUÉ ES IMPORTANTE PENSAR O TRABAJAR EN NUESTRO BIENESTAR
Con el paso de los años nuestra vida diaria se vuelve demasiado monótona, estudiar, trabajar, cuidar a nuestros hijos, cocinar,… y todo de manera automática.
Pasamos los días y los años caminando de un lugar a otro y no nos detenemos a mirar nuestra propia vida, no hacemos lo que realmente debemos hacer: VIVIR.
Estamos dejando que la sociedad y el trabajo consuman nuestras energías, lo que hace que nuestro bienestar físico y emocional disminuya.
Cuando nuestro bienestar emocional no está bien lo podemos notar en el estado de ánimo, en la forma de actuar, de responder, hasta en la forma en cómo caminamos o nos movemos, en pocas palabras, el bienestar físico también es afectado.
Hoy realiza una pausa, mira tu vida, tus hábitos, analiza tu día a día y empieza a sacar el tiempo para mejorar tu propio bienestar y desarrollo personal.
LA MENTE Y EL CUERPO EN UNO
Todos somos uno solo, cuerpo, mente, emociones, espíritu, y todo lo demás que quieras relacionar; somos uno, y si alguno de nuestros componentes falla todo falla.
Cuando nuestro cuerpo presenta enfermedades, la mente empieza a generar emociones débiles, como tristeza, frustración, ansiedad o depresión.
Pero también puede suceder, al contrario, podemos tener un cuerpo sano y ser nuestra mente la que, a causa del estrés laboral, familiar, ansiedad por obtener las cosas que queremos, depresión por una ruptura amorosa, entre otros factores se empiecen a presentar en nuestro cuerpo alteraciones de salud.
¿A cuántas personas conoces con una enfermedad grave, pero que con su forma de ser y ver la vida, siempre con positividad, logró curarse?
O, ¿cuántas veces lo has vivido en carne propia?, ¿cuántos momentos difíciles en tu vida has tenido que vivir a causa de otras personas y sólo encuentras la solución una vez decides cambiar tus pensamiento y hábitos?
Si nunca lo has escuchado o vas a decir que tampoco lo has vivido, hoy te invito a que investigues historias de la vida real donde las emociones pueden curar tu enfermedad o hacer que tengas una vida llena de tristeza y decepciones.
De este modo podemos demostrar que el bienestar físico y emocional están ligados el uno al otro.
Un malestar físico tiene consecuencias en los sentimientos negativos.
CÓMO ESTÁN UNIDOS EL BIENESTAR FÍSICO CON EL EMOCIONAL
Primero conozcamos la diferencia entre el uno y el otro.
Cuando hablamos de bienestar físico, nos referimos al cuerpo, el funcionamiento, el equilibrio que tiene como tal todo nuestro organismo, cada movimiento que hacemos.
El bienestar emocional, está en nuestra mente, todo lo que pensamos se refleja en nuestro sentimiento, sea por productos físicos, por alteraciones en nuestro cuerpo, por inconvenientes que tengamos en nuestro trabajo, hogar o con cualquier persona en la calle.
Por lo general y en un alto grado de probabilidad, cuando encuentras a una persona que tiene un bienestar emocional alto o equilibrado, que siempre está con una actitud positiva, que refleja una autoestima alta y agradecimiento por su vida, es porque su bienestar físico también está en el mismo nivel y su felicidad la comunica por ambos medios.
Pero cuidado, la felicidad es un sentimiento que viene generado de las emociones, sin embargo la felicidad es un estado de ánimo que sólo depende de ti, no permitas que tu felicidad la controle alguien más.
Cuando somos fuertes emocionalmente aprendemos a controlar esos sentimientos, porque aprendemos a conocernos y a sentirnos bien con nosotros mismos que somos conscientes de que nadie puede interferir y afectar en nuestro bienestar.
Pero aún te estarás preguntando, ¿Qué tiene que ver mi físico con mi bienestar emocional?
Cuando trabajas tu cuerpo, físicamente, es decir tu alimentación, ejercicio, meditación o cualquier actividad física, tu cuerpo libera endorfinas, o las más conocidas hormonas de la felicidad y éstas a su vez son las generadoras del bienestar.
Cada día que pasa, tu cuerpo te pide más entrenamiento, aumentas el nivel y aumenta la capacidad de generar endorfinas, adicionalmente tu cuerpo mejora físicamente, lo que hace que al mirarte en el espejo te veas mejor, y no sólo porque tu cuerpo esté tonificado, también el brillo de tu piel y hasta tu cabello mejoran con el entrenamiento físico.
Y ahí es donde la magia sucede, tu bienestar emocional empieza a mejorar, porque tu autoestima empieza a crecer y te sientes más seguro ante los demás.
Muchas personas llevan una vida de malos hábitos y por eso siempre tienen la excusa de que no nací para hacer ejercicio, sin embargo, no necesitas estar en un gimnasio para que tu cuerpo y mente mejoren.
Puedes empezar por leer, salir a caminar, tomar el aire, disfrutar de la naturaleza, escuchar música, hacer yoga, y muchas actividades más.