Los hábitos son acciones que hacemos día a día, de forma repetitiva.

Estos hábitos los hacemos de forma consciente o inconsciente, son costumbres o actividades que nuestros padres, la sociedad o que nosotros mismos con el paso del tiempo hemos adoptado.

Cuando hablamos de hábitos no siempre son acciones positivas, todas las personas tenemos hábitos negativos, lo que hace que nuestra vida, sentimiento y emociones no estén alineadas de la forma correcta.

Cuando creamos nuevos hábitos sin darnos cuenta, lo hacemos desde el sentimiento, es decir las emociones y no lo hacemos desde la razón, por este motivo es cuando decimos que actuamos por instinto, no por raciocinio.

Siéntate hoy y mira tu vida, analiza un día de trabajo o un fin de semana de descanso, analiza todas las acciones que ocurren, y te darás cuenta de que todas las haces de forma automática, ejemplo, cepillarse los dientes es un hábito, así mismo debes de analizar cada una de tus acciones.

Cuando analices tu vida, te darás cuenta de qué hábitos te hacen daño en tu cuerpo, en tu mente y en tus emociones, recuerda que somos uno solo, si nuestro cuerpo está mal, nuestra mente también lo estará.

Inclusive las finanzas de las personas son buenas o malas debido a malos o buenos hábitos de consumo que tengamos, y eso al final repercute o afecta sobre nuestras emociones.

Pero hablar de bienestar y finanzas es otro post que tengo preparado para ti.

COMO AFECTA LOS HÁBITOS EN MI BIENESTAR

Al tener malos hábitos, empezamos a desarrollar alteraciones en nuestro cuerpo, o emociones de forma negativa, lo que hace que nuestra salud se deteriore tanto física como mentalmente.

Pero te preguntarás ¿qué tienen que ver mis hábitos con mis emociones?

Como ya mencioné, los hábitos son actividades que hacemos de forma automática, de manera repetitiva y constante, esas acciones nos generan emociones, las cuales pueden ser negativas o positivas.

Así mismo en nuestro día a día generamos pensamientos positivos y negativos, depende de ti con cuál te quedas y lo multiplicas y cuáles eliminas.

Si constantemente piensas en que tienes mala suerte, que tu trabajo es pésimo, eso seguirás generando, tus pensamientos se multiplican de forma negativa para que puedas quejarte más, y es ahí donde empiezas a generar malos hábitos, lo que emocionalmente te generara depresión, ansiedad, estrés, angustia y esto a su vez genera enfermedades en tu cuerpo.

Todo es un conjunto, una acción lleva a un pensamiento, un pensamiento te lleva a una emoción y una emoción te lleva a una reacción física.

Del mismo modo ocurre cuando pensamos y actuamos de forma positiva.

IDENTIFICA LOS MALOS HÁBITOS

Identificar los malos hábitos es muy fácil, una vez te sientes a mirar y pensar en tu día a día, te darás cuenta qué hábitos generan en ti agotamiento, tristeza, ansiedad, desilusión, cansancio físico o pérdida de apetito, entre otros.

Todo lo negativo que te genere hacer una actividad es un mal hábito que debes cambiar en tu vida.

Pero adicionalmente, debes analizar y ser consciente de qué hábitos no te “generan” sentimientos negativos pero que tu raciocinio sabe que no están bien.

No tener actividad física, alimentarse todos los días con comidas rápidas o grasientas, no hacer actividades que te generen diversión y placer, no socializar con amigos, tomar mucho alcohol, etc, dañan tu salud; estos hábitos aunque no te hacen daño emocionalmente, sí dañan tu bienestar físico, por lo tanto deben ser cambiados de forma inmediata.

LOS HÁBITOS NO SE ELIMINAN SE CAMBIAN

El error que cometemos todas las personas al querer mejorar los hábitos es tomar la decisión de eliminarlos por completo.

Y ese es el peor error, los hábitos no se eliminan de tu vida, los hábitos los cambiamos, de uno negativo a otro positivo.

Además, no podemos pretender cambiar actividades que hemos desarrollado por muchos años en un par de días.

TIPS PARA CAMBIAR TUS HÁBITOS

Para cambiar de hábitos debes empezar poco a poco, no tomes 20 hábitos y pretendas dejarlos todos al mismo tiempo.

Toma solo uno y empieza el proceso de cambio, recuerda, CAMBIARLO, no eliminarlo.

Ejemplo, si quieres dejar de consumir gaseosas, el hábito a cambiar es consumir agua o zumos naturales, para recordarlo puedes poner una alarma cada cierto tiempo, escribir en tu agenda o en tu escritorio cuántos vasos al día debes tomar de agua, regálate algo al finalizar el día o el mes cuando cumplas tu meta, no empieces consumiendo 8 vasos al día, empieza por uno, a la semana siguiente sube a 3 y así sucesivamente.

O también puedes empezar a dejar la gaseosa poco a poco, si te tomas una gaseosa al día, vas a empezar a tomar 5 a la semana, luego 3 y luego 1.

HÁBITOS QUE PUEDES EMPEZAR HOY Y MEJORAN TU BIENESTAR

Empieza por pequeñas acciones y consigue grandes resultados.

Con estos 4 hábitos que hoy vas a empezar a desarrollar en tu vida, notarás un cambio en tu bienestar físico y mental.

1. Mejora tu alimentación: Tener una dieta balanceada es fundamental para que tu cuerpo funcione correctamente.

Y cuando hablamos de dieta no es dejar de comer, es cambiar tus alimentos llenos de grasa y azúcar por frutas, verduras o cambiar las gaseosas por zumos naturales.

Recuerda que nuestro cuerpo es como un automóvil, dependiendo del combustible que le des así será el funcionamiento.

2. Mueve tu cuerpo: Haz ejercicio, yoga, nada, camina, baila, no importa qué tipo de ejercicio hagas, cuando mueves tu cuerpo oxigenas tu sangre y generas más energía a tu cerebro.

3. Toma el sol: cuando empezamos a tener una vida de adultos, una vida agitada por el estudio, el trabajo y los hijos, nos olvidamos de nuestro propio bienestar.

Tomar la luz del sol al menos 20 minutos al día hará que no sólo seas más feliz, si no también que mejores tu calidad de sueño y puedas levantarte más temprano al día siguiente.

Tomar la luz del sol te genera felicidad, y esto es porque los rayos UV aumentan la producción de serotonina, un neurotransmisor que despierta la sensación de bienestar.

4. Respeta tu propio tiempo: Y si no tienes tiempo para ti, a partir de hoy saca un tiempo en el día, puede ser al iniciar el día o por la noche antes de dormir.

Tomate un tiempo para olvidarte de todo, relajarte, leer, cuidar tu piel, lo que quieras hacer.

Cuando te tomas un tiempo para ti, evolucionas, no sólo porque aprendes a conocerte más, si no porque empiezas a hacer actividades que benefician tu estado físico y/o emocional.

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